La construcción de la fortaleza Fortica comenzó tras el año 1278, cuando Hvar quedó bajo dominio veneciano. El castillo medieval, junto con las murallas de la ciudad, conformaba un sistema defensivo único. En 1551, en el lugar del antiguo castillo gótico, se erigió una nueva fortaleza renacentista, similar a la que se conserva hoy. La fortaleza sufrió graves daños en 1579 debido a una explosión en el polvorín. Las obras de restauración se prolongaron hasta principios del siglo XVII, cuando se añadieron nuevos edificios y baluartes. Los últimos elementos se construyeron durante los siglos XVIII y XIX, bajo dominio austriaco, momento en el que la fortaleza adquirió su aspecto actual.